Ribetes de la suposición
¿Por qué no subir al peldaño
de la burbuja añil
y probarse la máscara
de la cavilación surreal?
Empezemos a soñar
en el pentagrama de la claridad.
Si fuera aprendiz de luz,
un nogal de amatista,
un pomelo en la tarde,
un compás en V que sonríe:
el mar sería el legado
de las bondades ocultas.
Si fuera pirámide de miel,
maleza sobre los hombros del aire,
otro cardo hostigador de estrellas,
el mandil abierto y sin cruz:
la tierra volverá a germinar
entre miasmas de pureza.
Y si fuera espada de barro,
un círculo contraído,
la maza que golpea al poniente:
el fuego habitará, con vosotros,
con su lengua de sol y ceniza.
Y si fuera el triángulo justo,
la ballesta que apunta al lucero,
un rombito narcotizado:
La casa azul mutará su canto
entre susurros del desamor.
Ángel Fdez. de Marco (Álibe)
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Ernesto -