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CÁLCULOS DEL AIRE

Si levantara la cabeza

Si levantara la cabeza

Si hoy levantara la cabeza uno de nuestros más ilustres sabios, no tengan la menor duda de que volvería a esconderla. Si este sabio, viera que a pesar de los grandes avances tecnológicos conseguidos, seguimos en el fondo de los mares en cuanto a avance moral, se asustaría tanto que posiblemente enfermaría mentalmente ante el desfase, descuadre y retraso de nuestra sociedad.
Intenten adivinar quién puede ser, leyendo las pistas que el texto ofrece, no muy cuantiosas ni ingeniosas todo hay que decirlo, pero sí suficientes como para que aquél que no pertenece al ostracismo español pueda adivinarlo.
Bien pudiera ser un personaje del mundo de las letras, pues escritos no le faltaron y de gran calidad, bien pudiera ser un personaje de la ciencia, pues descubrimientos no le faltaron y de gran calidad, bien pudiera ser un personaje de la política pues ofrecimientos no le faltaron y de gran calidad, bien pudiera ser un personaje del arte, pues grandes obras no le faltaron y de gran calidad, bien pudiera ser un personaje de la fotografía pues instantáneas no le faltaron y de gran calidad, y pionero en ciertos aspectos de este campo por cierto, bien pudiera ser un personaje del humanismo, pues pensamiento no le faltó y de gran calidad.
¿Aún no saben quién puede ser?
Vino a decir un día algo así como que el problema del ser humano no es cometer errores, sino no reconocerlos ni aprender de ellos. Necesitaba ver y tocar para sentir, para comprender, para explicar, para dar forma a todo aquello que le rodeaba y darle sentido, que no le faltó a todo aquello que tocaba y trataba.
He de decir, en mi opinión, que este gran sabio, ha sido un accidente en España. Personajes como él, aparecen cada cien siglos, y en el caso de España, posiblemente más aún; sirva de ejemplo este caso, para agradecer y recordar a todos aquellos grandes sabios que España ha dado y que han hecho que el resto del mundo nos mire un poquito aunque sea de reojo, y no nos desprecie por toda la ignorancia y destrucción que la mayoría de otro tipo de personajillos han conseguido a lo largo de nuestra existencia en la Península.
Si en su época hubiera dispuesto del material que existe hoy, si se le hubiera reconocido, aparte de su obra, los méritos que tiene conseguir lo conseguido con los escasísimos medios que le ofrecían, hoy día las nuevas generaciones de este país valorarían más las cosas importantes de la vida, los verdaderos valores, sería una juventud mucho más madura y crítica y menos hipócrita. Pero no, vivimos en una sociedad consumista y capitalista que frena el avance del progreso mental para darle prioridad a la masa de marionetas en que nos convierte el poder para satisfacción de unos pocos. Estas palabras más que mías, estoy seguro que fueron suyas, y bien podría firmar este artículo sin ningún género de dudas.
Don… no levante la cabeza, que no se merece enfermar; bastante hizo ya por el mundo, y mire como el mundo lo agradece, mire como la sociedad ha dejado de ser crítica, pero sigue siendo hipócrita, porque critica pero se vende, critica pero no actúa, pone de moda manifestaciones y discursos para la foto, en vez de coger el toro por los cuernos y empezar a construir el verdadero avance.
Ya ve, hoy día, cualquiera que consiguiera la décima parte de los premios y logros que usted consiguió, se creería Dios; no vea cuantos dioses me encuentro cada día por la calle, en el trabajo, en cualquier lugar. Mi pregunta es, ¿si esos dioses dispusieran de los escasos medios, de los escasos apoyos por parte de su gobierno, de los escasos apoyos de su sociedad en general de los que usted dispuso, qué sería de todos estos endiosados?
¿Cómo alguien con tan poco consiguió tanto, y cómo tantos con tanto conseguimos tan poco? Posiblemente porque moralmente aún no hemos alcanzado la suficiente madurez como para permitirnos el privilegio de considerarnos seres humanos; baste echar una mirada al mundo que nos rodea para pensar en esto por muy fuerte y crítico que parezca.
Al decir que usted fue un accidente, no estoy diciendo que fuera una tragedia, sino todo lo contrario, fue un pico que nos encontramos en un camino plano, tan difícil de que se produjera en un tipo de país como éste, que hace conferirle un mérito imposible de describir, creado y construido de sí mismo, sin fuerzas externas, tan difícil imaginar que pudiera darse. Es por eso, que el asombro ante un sabio de esta naturaleza, es tan grande que no habría mundos suficientes en el Universo para rellenarlos de tal.
Es una pena que vivamos en un país donde sólo aparecen “accidentes”, ¡ojalá algún día dejásemos de ser marionetas para empezar a dejar de ser sólo accidentes! Y fuéramos un conjunto, una constancia, de la que poder estar orgullosos, y no meramente una masa que se mueve en virtud hacia donde le conviene que se mueva el personajillo de turno de las multinacionales y de los sillones de los parlamentos.
¿Saben ya de quién se trata?
Sí es así, enhorabuena, si no es así, se trata de Don Santiago.


Dr. Martín-Rubio

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