Reino Bimbache
Pieza Alfa
Yo sé que estuve aquí
desde el alud inmemorial
y su espacio indefinido.
Yo sé que me nutrí aquí
bajo el calostro no saciado
por un instinto
que yace más allá de la piel
y la tierra.
Ajeno al tráfago diario,
distante del aire
que despendren las hojas del tedio,
encontré el refugio original
de la llama,
encontré la cuna de Neptuno,
me topé con las agrestísimas
paredes de un planeta
que, en su estado larvario,
aviva el plasma de la vida.
Indicios tengo para creer
que la realidad herreña
no es una palinodia
que se gestó al azar;
que su existencia es un naipe,
por encima del símbolo,
que ejerce extraños efectos
en la luna.
Yo sé que el mar de nubes
llega a tu encuentro
como lenguaje fértil
sin poros de engaño;
que el fayal crece
sobre los montes saneados
de la avidez.
Por encima de la tarde
la nata de los cúmulos
canta silencios,
baila añejos folclores,
ofrece respiro
a los remolinos sin montura.
Yo sé que estuve aquí.
Los miradores del alma
te dirigen hacia la válvula mitral
de un conjuro amado.
Álibe
0 comentarios