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CÁLCULOS DEL AIRE

Samarkand

Samarkand

Samarkand, Samarkand... esfinge terrestre, caravana de hematíes... silencios. ¿En qué tormenta cayó tu prolijo legado? ¿En qué joyel fermentaron, hegemónicos, los dátiles de Dios, las madrasas del absoluto bajo el cónclave de lo incierto?

Ancestrales voces escucharon recitarte bajo sulfúreos hedores de cautiverio. Ahora, el polvo me degrada. Y mis manos, mis ajadas manos, son como el rejoj de arena que perdió poder de antiguos mecenazgos.

Samarkand, Samarkand... esmegma herido, humanizado, piel de cordero bendecida, vesania copulativa y montaraz, transita por las estepas del albor; accede al canónico, crepuscular salmo de la verdad. Jamás inhumes tu decadente, asolada sombra… en espiga de olvido.


Ángel Fdez, Damarcus (Alibe)

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