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CÁLCULOS DEL AIRE

Consumida la llama dulce

Consumida la llama dulce (primera variación)*

Consumida la llama dulce
y la hirsuta mirada de la hiedra,
desgastada la resina carmesí del alba
con dádivas añiles y tonadas,
escuché una voz susurrar al espacio:
« Niego y reniego de tu absoluta presencia
pues las estrellas por las que bebes
no saciarán más cuerpos que las guijas
del desierto cuando el viento avanza.
Niego y reniego de tu soberana existencia;
ya que cada vena que expeles,
cada espasmo que concedes
apenas será simple hilo de estaño
germinado en las vísceras de la nada.»

Agotadas las dúctiles razones del cosmos
bajo la apática humedad de su habla,
el espacio repuso:
“ Voluntad carezco para justificar
fundamentos, puesto que la realidad
es la única prueba que me legitima
a favor de la certeza única y sana.
Tal vez creerás en mi
cuando tu cuerpo somatice al tafetán,
y el rublo que oculta tu rostro brille.
Tal vez creerás en mi
cuando los cuerpos, suspiros de cera,
expiren con el temblor final en las entrañas.”

Álibe

Esta composición es una versión homónima de la incluida, junto a sesenta y dos piezas más, en “El Oráculo Prohibido”. El poemario fue finalizado en el año de dos mil uno.

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