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CÁLCULOS DEL AIRE

Sobre despropósitos y desfachateces en el Real Sitio

 

 

¡Atención ciudadanos!, vecinos todos de la villa ribereña de Aranjuez, su ínclito, venerable y paisajístico Real Sitio de sus amores  comienza a hacer aguas en su casco de flotación. ¿Motivos?… ¡Ufff!, los hay variaditos, de colores variopintos, pero, sobre todo, y en el caso que nos ocupa, deseo abordar uno de los relevantes, de los de repercusión futura: la esquilma del maderamen cultural que atesoró, hasta fechas muy recientes, nuestra estimada localidad.

Y es que en épocas de borrascas furibundas como la presente donde los rumbos financieros y económicos de la mayoría de los tripulantes se ven sometidos a presión, a veces, insidiosa y asfixiante; hablar de cultura, o de su preocupante debilitamiento por la acción de la mano pública en Aranjuez, puede parecer una ligera  peccata minuta en la gran tormenta del océano revuelto. Desde luego, y en mi parecer, ni mucho menos lo es, y es causa de mi sorpresa y protesta enérgica como aviso a todos los navegantes comprometidos y en acción.

Para empezar es inconcebible que la oferta cultural del municipio sea podada, tan gratuitamente, sin conciencia profunda de los efectos que este hecho puede provocar en épocas próximas o futuras. Con decisiones como la eliminación de eventos hace algún tiempo como la prestigiosa  aula de Poesía “José Luis Sampedro”,  se inició el lamentable declive de actividades para, ahora, la ciudadanía verse privada de visionado cinematográfico, lectura de algún medio escrito  y teatro de vanguardia;  ¡así, de un autárquico plumazo! A este paso, vecinos,  que le pongan un candado con lacito al perímetro del Centro Cultural; no vaya a ser que un día nos levantemos, con el ojo medio legañoso y nos topemos con el solar mondo y lirondo. Siempre, (todo es posible), podrá existir alguna mente lumbrera que pueda achacar el suceso a alguna abducción extraplanetaria, de dudosa refutación.

La experiencia suele dictaminar que en los momentos críticos, siempre las políticas basadas en el “cerrojazo” suelen florecer, proliferar como soluciones a veces únicas para atajar las hemorragias que entrañan gravedad.  Y ante ello, frecuentemente, sólo queda esperar que el chaparrón aminore para el bien y propósito de todos. Eso sí, niego creer que la razón presupuestaria y, sólo ella, pueda socavar el tejido cultural de una población, que además, publicita y vende sus indudables encantos en su formato y capacidad ilustrativa, histórica como referente idiosincrático. El valor cultural, educativo, pedagógico de una sociedad mide muy seriamente su nivel de desarrollo, su cuota de progreso, su fase de madurez, y a través de su legado poder transmitir a las generaciones llegaderas aquellos elementos conciliadores con un humanismo más justo, equilibrado, cabal.

Vecinos, amigos y conciudadanos todos, Aranjuez es una sociedad que atesora un espléndido pasado, que vive un presente confuso y que debe, dirigir el timón de su carga existencial con decisión, claridad, honestidad y valentía en su conducta. Que la turbulenta actualidad no enturbie el punto de mira de los responsables en su gestión. Lo que está en juego no es, ni de lejos, una mera partida de dominó.

 

 

Ángel Fdez. de Marco (Álibe)

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